ESTUDIO PARA UN ESCULTOR EN EL VALLE DE VALDEDIÓS

El valle maliayo de Valdediós ha acogido a lo largo de su historia los talleres de varios escultores de prestigio: en el palacio de Niévares, Antonio Borja, uno de los más afamados escultores barrocos que trabajaron en el siglo XVIII tuvo durante varios años su obrador. En el fondo del valle, muy cercano al monasterio cisterciense, Joaquín Rubio Camín talló sus abstractas composiciones bajo una panera; en las faldas del castro de Castiellu, en la parroquia de San Pedru Ambás trabaja Pablo Maojo y ahora, ocupando un antiguo llagar de sidra natural (Llagar Herminio) en La Corolla, parroquia de Camoca, se ha instalado Pablo Armesto, polifacético artista asturiano vinculado a la prestigiosa Galería Marlborough.

El vacío contenedor de un antiguo llagar es ideal para su adecuación como taller para un artista: el espacio y la rotundidad de su arquitectura facilitan este nuevo uso que sólo debe ser adecuado para que la luz fluya por su interior (un llagar de sidra es, por naturaleza, oscuro y frío). Para ello se han abierto nuevos huecos en la fachada norte quienes aportan la luminosidad y el calor que el trabajo de Pablo consigue aprehender en sus piezas.

La reconstrucción de su interior con madera laminada, manteniendo solo las grandes vigas de eucalipto que soportaban la planta piso, han buscado la sencillez, la contemporaneidad y el respeto al edificio primero.

La rehabilitación de este antiguo llagar ha salvado de una ruina inminente esta interesante muestra de arquitectura industrial aldeana, en pleno corazón de uno de los concejos con más tradición sidrera de Asturias. De la tiniebla y su quietud, necesarios para la transmutación de la manzana, el edificio renace en su nuevo uso para acoger en su seno a este experimental artista neoplástico, cuyo renovado alfabeto moderno enriquece la más pura tradición asturiana.